4. Problemática

Los niños de básica primaria que asisten a la Institución Educativa, Académica y Técnica en Gestión Empresarial, Diógenes A. Arrieta han venido presentando desde hace varios años un bajo nivel en las Pruebas Saber, en especial en el área del Lenguaje, en las cuales muestran dificultad en lo relacionado con la interpretación y comprensión textual.

Este gran obstáculo lo vemos reflejado en los niños cuando analizan, interpretan o comentan un texto leído. En ocasiones expresan verbalmente frases literales o líneas textuales para responder un interrogante planteado entorno a una lectura, otras veces callan o responden con escaso dominio o pertinencia respecto al texto, en ocasiones se muestran poco interesados hacia las lecturas y participan en forma limitada durante la realización de este tipo de actividades.

Por otra parte, se observa que los hogares de donde provienen los niños carecen de hábitos adecuados de lectura, ya sea porque son analfabetas, o de estudios básicos incompletos, o porque no tienen la comprensión de la importancia de la lectura en el desarrollo cognoscitivo y social de sus hijos. Y aún cuando la escuela ha venido dando algunos pasos con miras a promover la lectura, la interpretación y la comprensión textual en toda la comunidad escolar, estos hasta la fecha no han arrojado resultados suficientemente positivos como para saldar dicho problema, en parte porque los planes de mejoramiento y de aula que se llevan a cabo aún no han sido ejecutados en su totalidad y, también, porque aún se requiere transformar, mejorar y ampliar más las prácticas que sobre lectura se están llevando a cabo para lograr hacer de nuestros niños excelentes lectores.

Frecuentemente los estudiantes muestran desinterés hacia la lectura de los textos que en la escuela se encuentran, ya que, son bastante conocidos y con el tiempo los han venido manipulando y estudiando, por tanto les despierta escaso interés. Esto, sumado con los ejercicios tradicionales de lectura que les demandaba responder a una actividad o tarea para dar cuenta de las lecturas realizadas, han ocasionado que con el transcurrir del tiempo la lectura les resulte poco placentera o motivadora.

En nuestra escuela no se vienen realizando proyectos específicos o especiales para fomentar la lectura literaria propiamente dicha, se han diseñado y aplicado algunas estrategias para contribuir al desarrollo del lenguaje en general, tales como: Planes de mejoramiento en el área del lenguaje, implementación de una hora de lectura semanal institucional para fomentar los hábitos de lectura, algunos docentes que se preocupan por mejorar las prácticas de la enseñanza del lenguaje han venido implementando y dotando sus aulas con textos y diversas obras, de distintos autores, estilos,  formas, etc. y se encuentran realizando capacitaciones para mejorar sus prácticas de enseñanza del lenguaje.

Sin embargo, aún la literatura infantil sigue cumpliendo una función de subsidiaria de otras áreas y de otros contenidos del saber, y en lo referente al desempeño de los estudiantes en los foros, concursos y actividades institucionales, municipales y departamentales sigue siendo de bajo nivel y con escasa participación.


Algunas características presentes en la comunidad educativa y en los niños que reflejan las dificultades en el lenguaje y específicamente en torno a la lectura son:

Ø  Los niños no tienen hábito lector.

Ø  Muestran escaso interés por la lectura.

Ø  Presentan dificultad para interpretar textos.

Ø  Exteriorizan restricciones para expresar opiniones críticas sobre lo que leen.

Ø  Los niños sólo leen en la escuela porque en su casa no tienen este hábito.

Ø  Su entorno carece de lugares o sitios destinados para la lectura infantil que los animen hacia la lectura.

Ø  Los niños tienen poco acceso a textos escolares y los que manipulan son escasos y están desgastados.

Actualmente, en las aulas de clases se abordan unidades de estudio que contienen ejes temáticos relacionados con la literatura, especialmente con la infantil y se llevan a cabo algunas actividades que ayudan a disminuir estas falencias, pero, se necesitan otras y mejores propuestas que contribuyan positivamente a convertir nuestras prácticas cotidianas en innovadoras y productivas estrategias de enseñanza y aprendizaje.